Domingo 9:30 pm, estaba en mi cuarto y tenía que hacer la tarea del lunes, pues como todo buen mexicano había dejado para el final todo, ya que los días anteriores estuve viendo películas y fútbol.
Tome la mochila, saqué un cuaderno y me puse a buscar la hoja en la que había anotado las tareas, revise la libreta de principio a fin una y otra vez, y la bendita lista no aparecía, después de haber hojeado todos mis cuadernos al fin logré encontrarla.
Y la lista decía lo siguiente:
1. Lectura del tema: Rutas periféricas y preparar una exposición. Clase de Psicología Social.
2. Lectura del tema: Industria cultural y entregar un reporte. Clase de Cultura y Comunicación.
3. Realizar un ensayo, el tema es libre, pero debe tener 15 fuentes diferentes que le den sustento. Clase Técnicas de Investigación.
4. Escribir un artículo para el blog de Taller de redacción.
Cuando observé la lista me dije: ¿Qué demonios voy a hacer? Era demasiada tarea para una sola noche, después de un rato decidí empezar con el artículo, porque leer, hacer un ensayo, un reporte y preparar una exposición a esa hora no es muy buena idea, pues ya eran las 10:47pm; el tiempo se me había ido. Busqué una hoja limpia en el cuaderno y tomé un lápiz, ya estaba listo para escribir cuando, ¡Oh problema! ¿Qué era lo que iba a escribir? Si ni siquiera tenía un tema en mente.
Ustedes pueden imaginarse qué se siente estar frente a esta situación, pues me pasé viendo la hoja y con el lápiz en la mano más de 30 min. Y que creen: “pues que no mantos…” jajajajaja. Bueno, volvamos en lo que estaba, después de haber estado tanto tiempo sentado y además meciéndome en la silla ¡Oh, sorpresa! Ya tenía el tema del artículo, era una muy buena idea, y me arranqué a escribir. Para las 12:00 pm, el profesor y compañeros ya lo estaban leyendo, y tal vez hasta risa o enojó les ha deber causado.
Para Reflexionar…
Muchas veces como jóvenes estudiantes, no nos preocupamos por cumplir con las obligaciones que nos corresponden y hay varios ejemplos para demostrar esta situación, pero sólo mencionaré dos ¿No es verdad que cuando un amigo nos invita a una fiesta aceptamos ir, aún sabiendo que al día siguiente tenemos examen?, o cuando hay algún puente vacacional desperdiciamos todo nuestro tiempo haciendo otras tantas cosas, pero menos la tarea.
Es cierto, somos jóvenes y queremos salir a divertirnos, tener tiempo libre, ir con los amigos, jugar, etc., pero también debemos tener en cuenta que somos estudiantes y como tal tenemos que cumplir con determinadas tareas; reflexionemos un poco y veamos todo lo que hay detrás de y nos daremos cuenta de todo el esfuerzo que nuestros padres están haciendo, para que cada uno de nosotros tenga la oportunidad de “estudiar”, no dejemos todo para el final, no desaprovechemos este regalo, pues no todos lo reciben.
Por: Esteban Rivera.
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