Fue hace 25 años, en la Copa Mundial de Futbol celebrada en México, cuando se le da nombre a la Mano de Dios, gol anotado por Diego Armando Maradona en un partido correspondiente a los cuartos de final entre Argentina e Inglaterra.
México se convertía en el primer país que organizaba por segunda ocasión la Copa Mundial de Futbol, en su decimotercera edición. Nuestro país, a pesar de haber sido víctima, un año antes del peor terremoto de su historia, estaba listo para recibir a 24 selecciones internacionales junto con la afición de cada una de ellas, que sumaron 46,039 aficionados, aproximadamente. El Mundial inició el 31 de mayo de 1986, pero no fue hasta el 22 de junio, en un partido de cuartos de final que se disputaba entre Argentina e Inglaterra, donde se ocasionó una de las más grandes polémicas en la historia del futbol, que incluso hoy día, es un evento que hasta los que no lo vivimos lo tenemos presente.
Faltaban solo 6 minutos para finalizar el encuentro, el cual continuaba cero por cero, y en una jugada donde el balón quedó en el aire en el área chica inglesa, el portero Peter Shilton saltó por el balón para protegerlo. Al mismo tiempo el jugador argentino, Diego Armando Maradona brincó, y dio un puñetazo al balón, haciendo que este ingresara a la portería.
Esa fue la llamada mano de Dios... una verdadera farsa, donde por medio de un engaño el equipo argentino tomó la ventaja y finalmente ganó el encuentro, lo que le dio el pase a semifinales. Dos victorias más le darían el campeonato del mundo. El jugador argentino, al final del partido aceptó que en realidad había metido el gol un poco con la cabeza y un poco con la mano. ¿Qué necesidad tenía ya de decirlo? ¿No le bastaba con la impotencia que sentían los ingleses al saber que ese gol no era legítimo? ¿Tenía que burlarse todavía más de ellos?
Es verdad que en ese encuentro, Diego Armando Maradona anotó también el llamado “Gol del siglo”, donde nos mostró una exquisita jugada y un nivel de juego impresionante, concluyendo así con el mejor gol en la historia de los mundiales; pero ese no es tema a debate en este momento, sino la mentira y actitud del jugador, que desde esos momentos era un ícono para millones de argentinos e incluso aficionados de otros países.
Años después, en el mundial del 2010, llevado a cabo en Sudáfrica, surge una jugada que en lo personal, me deja sorprendida y muy emocionada. Durante los cuartos de final, Uruguay y Ghana protagonizaban un encuentro en donde ambas selecciones dejaron el alma en el terreno de juego. El tiempo reglamentario había finalizado con el marcador uno a uno, por lo que se fueron a tiempo extra. En el último minuto del segundo tiempo extra, una increíble jugada de Ghana hace que el jugador uruguayo, Luis Suárez se vea obligado a sacar al balón, como si fuera el portero.
Al ver esto, creo que no fui la única que se enamoró de esa jugada y admiró al jugador Luis Suárez, ya que arriesgó su participación en el mundial y el pase de su equipo a semifinales por ver si casualmente ese penal era fallado. Fue, a diferencia de la mano con la que metió gol Maradona, un acto evidente, el cual sin decir que fue correcto, fue en defensa y generó al contrario, una ventaja al otro equipo.
Aunque parezca imposible, el jugador de Ghana Asamoah Gyan, falló el penal, con lo que le regresó la ilusión a Suárez, quien ya iba en llanto hacia los vestidores por la expulsión que se adjudicó. Toda la selección de Uruguay le agradeció a éste jugador el haber dado su participación por continuar “vivos” en el máximo torneo de fútbol. Finalmente, al quedar en empate, se fueron a una emocionante serie de penales, muy bien tirados por los uruguayos -en especial por el Loco Abreu-, en donde la selección Uruguaya pasó a semifinales.
Por: Estefanía Carmona.
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