Era un sábado, día en el que la tarea sinceramente no importa, pues tenemos aún el domingo para hacerla –aunque sabemos que es muy difícil que un estudiante haga tarea en domingo–. Es más común que nos la pasemos conectados chateando o en las redes sociales con los amigos que viven en diferentes partes de la republica o que se encuentran en otro país. La historia que voy a contarles es la de Toño, un chico al que le sucedió algo que tal vez a muchos de nosotros nos ha sucedido: no supo qué hacer el día que se quedó sin computadora y sin internet.
Toño había trabajado toda la mañana cumpliendo con las tareas del hogar que su mamá le había encomendado, así que se esmeró en ello, tenía que terminar antes de las 7:00 pm para tener la tarde y parte de la noche libre, y poder utilizar ese tiempo para chatear con sus cuates, sin que nada ni nadie se lo impidiera, pues él se lo había ganado.
Ya libre de sus obligaciones, se fue a su cuarto y muy contento encendió su compu, todo parecía estar bien como siempre, pero sucedió algo muy extraño, justo cuando estaba escribiendo la clave de acceso para ingresar a su computadora, la pantalla del monitor se puso totalmente azul y el sistema se congeló. Toño trató de arreglar el desperfecto, pero no pudo solucionar nada. Fue frustrante para él, ya que había pasado toda la mañana trabajando, para que durante la tarde nadie lo interrumpiera y pudiera chatear con sus amigos todo el tiempo que quisiera, pero tal imprevisto destruyo su planes.
Entonces se desesperó terriblemente, además que su computadora no respondía, tenía que esperar otro fin de semana para poder comunicarse con sus amigos a través del internet, y eso no era muy buena idea; era tanta su dependencia a este servicio que no le fue fácil aceptar la realidad, no podría chatear. Antonio intentó mil cosas para arreglar el error, pero no lo consiguió y se la pasó deprimido el resto del día.
Reflexión:
En la actualidad, muchos de los jóvenes que tienen acceso a estos medios se han hecho dependientes, no han sabido tomar distancia de ellos y se han enajenado; son los llamados cibernáufragos que, el día que llega a fallarles la tecnología, se angustian extremadamente, incluso se deprimen.
Sería interesante que reflexionemos sobre la situación de Toño, y nos preguntemos personalmente si los nuevos medios nos han invadido sometiéndonos; si algún día llegaran a fallarnos ¿De qué manera reaccionaríamos ante tal situación? ¿Cuánto tiempo pasas en el chat o en las redes sociales? ¿Una hora, dos, tres, más?
Estos impresionantes descubrimientos son muy necesarios e importantes hoy en día, sin embargo, a veces no nos damos cuenta de habernos convertido en dependientes de la tecnología; si nos detenemos a pensar en ello, cada quién sabe qué uso le está dando y puede tomar una decisión al respecto.
Por: Esteban Rivera.
Quiero agradecer la oportunidad que me dan para manifestar mi punto de vista: en primer lugar deseo manifestar mi unión a dicho tema, lamentablemente es un hecho latente en nuestros días; un día sin red social es el acabose para muchos incluso me atrevo afirmar que se presente una dependencia y así se truncan las relaciones interpersonales. En segundo lugar, la forma de presentar parte de una realidad es pedagógica. las historietas o narraciones ayudan al lector a poseer un poco mas de retención de hechos o acontecimientos. Por último, felicito a Esteban por la manera de redactar. Como observación, es bueno checar los errores de dedo o si le falta una letra "muchos de los jóvenes que tiene acceso a estos medios se han hecho dependientes" checar todo esta en plural... saludos Atte. Charly
ResponderEliminarTu redacción cada vez es más limpia. Felicidades.
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